domingo, 5 de enero de 2014

Felipe Benavides: El recuerdo del patriarca

El Comercio, agosto 20 de 1997

Por: Martha Meier Miró Quesada (*)

Los derechos de las comunidades campesinas, alto andinas y nativas. La problemática de la niñez. El hambre, la miseria, la depredación de nuestras riquezas naturales. La protección de la anchoveta, de las vicuñas, la taruca, el oso de anteojos y otras especies representativas de la fauna nativa. El establecimiento de áreas silvestres protegidas, en beneficio de las futuras generaciones. La hipocresía que se ha apoderado de ciertos sectores del ambientalismo. Todo esto fue causa de los desvelos de don Felipe Benavides Barreda, patricio de la conservación en nuestro país y reconocida figura del ambientalismo a nivel internacional. Benavides hubiera cumplido ochenta años el día de mañana 7 de agosto. Aunque ya no está entre nosotros la fecha será siempre de celebración y agradecimiento por su monumental legado y vida ejemplar.

Mañana hubiera cumplido ochenta años. Y aunque hace más de seis que no está entre nosotros, su vida ejemplar y monumental obra ya forman parte de la historia del Perú. Muchos siglos habrán de pasar y ni aún así podrá ser borrada la huella de este notable compatriota. Felipe Benavides (1917-1991) fue un luchador incansable, defensor de las más nobles causas nacionales. Pilar fundamental del movimiento 'verde' en nuestro país, fue además un visionario en lo que se refiere a compatibilizar la economía con la ecología, el crecimiento económico con la protección de las riquezas naturales, el progreso y el desarrollo enfocados desde una perspectiva ambientalista cuya única finalidad debiera ser elevar la calidad de vida de la sociedad, en su conjunto. Fue un terco soñador que apostó por un mañana más justo, solidario y ecológicamente viable.

Padre de paraísos

El Parque Nacional del Manu, las Reservas Nacionales de Paracas, Lomas de Lachay y Pampa Galeras, son apenas unas cuantas de las muchas áreas protegidas que Benavides batalló por establecer. El Parque de Las Leyendas, principal zoológico del país, es otro de sus legados. Don Felipe consagro su vida a la conservación de la naturaleza y a defender los derechos de las postergadas comunidades alto andinas y amazónicas. Abrazó la causa con fervor y ética. A lo largo de su fructífera vida ocupó diversos puestos oficiales en los que se desempeñó con una sola ambición: servir lo mejor posible al Perú.

Su huella profunda

Sobre tan preclaro compatriota escribió el dos veces presidente del Perú, arquitecto Fernando Belaúnde Terry: "Rebalsaba personalidad, como el cántaro al fuego en plena ebullición". Era talentoso, constante y eficiente en el trabajo para sustentar sólo las grandes causas impersonales.

Dijo que: "No bajaría los brazos hasta que llegara la muerte". Y así fue. Sobre su larga lucha para salvar de la extinción a la vicuña, estilizado camélido sudamericano que posee la lana más fina del mundo y es parte integral de nuestro escudo, comentó Belaunde: "Un sentimiento profundamente romántico, de amor al Perú en sus esencias, caracteriza el idilio de Benavides -no encuentro otra forma de definirlo- con la vicuña. Aguardaba cada nuevo alumbramiento con inquietud paternal. Lo vi acariciar a las recién nacidas en el dulce cautiverio del Parque de Las Leyendas, tan distinto al dramático hábitat del altiplano..."

En "Epistolario" libro publicado por el "Fondo Editorial de la Red Nacional de Acción Ecologista" (Renace-Perú), el amauta Javier Pulgar Vidal lo recuerda así: "Felipe Benavides era un peruano apasionado por la causa del Perú; vivió intensamente por la defensa de sus riquezas naturales y de los grandes proyectos que nos condujeron al engrandecimiento nacional... Nos toca continuar la obra del gran servidor de las causas más enaltecedoras del patriotismo..."

Señor de la ecología

"Señor de la Ecología", fue el homenaje póstumo que le tributó la página editorial de 'Expreso'. En esas iluminadoras líneas publicadas en el 'Diario de Orejuelas', dirigido por el destacado periodista Manuel D'Ornellas, se expresaba: "Decía el escritor argentino Jorge Luis Borges, burlonamente, que era de caballeros adherirse a causas perdidas. Lo que no sabía Borges es que en el Perú había un caballero que lograba convertir a esas causas perdidas en empresas victoriosas, contra toda predicción. Ese señor se llamaba Felipe Benavides Barreda... Ese señor, cuya ausencia aún siente el Perú, salió a defender lo que nadie defendía: las ballenas, las vicuñas, la integridad de la península de Paracas, la ecología de nuestras costas.

Como caballero andante que era, lanza en ristre pero con una pragmática red de contactos humanos en el Perú y en el exterior, que le permitió ganar batallas que antes siempre se habían perdido. Lo hizo al precio de mermar su considerable fortuna personal, porque nunca su natural señorío le permitió lucrar con las causas nobles ganadas o perdidas. Y lo hizo poniendo en ese empeño toda su fuerza vital, hasta morir". Amigo inolvidable don Augusto Dammert León fue amigo entrañable de Benavides desde sus primeros años. Junto a él batalló a favor de nuestras riquezas naturales y la defensa de las mujeres, hombres y niñez más olvidados. Lo apoyó además en varias de las instituciones que fundara, como "Pro Defensa de la Naturaleza" (Prodena), entidad primera en brindar ayuda técnica y económica al Manu. Escribió Dammert en nuestra página editorial que Felipe era: "Un peruano diferente”.

Los peruanos de Lucanas, del Colca, de Paracas, del Manu, no olvidan sus visitas, preocupado por la suerte de la vicuña, los lobos de mar y los cóndores, del oso de anteojos y de la taruca, de las aves de dentro y de fuera. La historia recoge su patriótica audacia para lograr una multa de tres millones de dólares al todopoderoso Aristóteles Onassis, empeñado en una gigantesca cacería de ballenas en el Pacífico. Argentina, Bolivia, Chile y Ecuador conocieron los empeños inauditos de Benavides por la conservación del camélido andino que ofrece la fibra animas más bellas y fina del mundo".

Maestro de muchos

Benavides fue un hombre preocupado por formar a las nuevas generaciones del Perú, de inculcarles el amor por las causas nobles y humanistas. Wilfredo Pérez Ruiz, su discípulo más destacado, vinculado desde el Frente Ecológico Peruano Felipe Benavides a Renace Perú (red que mantiene el espíritu y mensaje moral del recordado conservacionista) expresa: "En momentos en que hubiera cumplido 80 años, el padre del movimiento ambientalista del Perú y de América Latina, Felipe Benavides Barreda, es importante destacar sus singulares calidades éticas, cívicas y profesionales que enaltecieron su trayectoria. Fundamentalmente me parece importante recordar esto, cuando la corriente ecologista atraviesa una severa crisis moral e institucional, consecuencia de su desencuentro con la sociedad en su conjunto.

Muchos relacionan a Felipe únicamente con el quehacer ambiental, sin embargo su vida estuvo siempre orientada a la realización de muchos proyectos más allá del tema exclusivamente ecológico. Fue junto al recordado empresario sueco Gosta Lettersen, promotor de la creación de la 'Feria Internacional del Pacífico. Canalizó la inversión de capitales extranjeros a nuestro país. Cumplió una labor solidaria durante la guerra civil española en 1939 y desarrolló, también, colaboración humanitaria durante la Segunda Guerra Mundial, asistiendo a los heridos y enfermos: Manejaba ambulancias en la capital británica, salvando así la vida de muchos.

Para los ambientalistas y para los peruanos en general, su gran legado es haber luchado insistentemente para que los recursos naturales se orienten a mejorar la calidad de vida de los peruanos. Felipe es y seguirá siendo un peruano vigente, no por cuestiones de nostalgia sino por la brillantez, lucidez y vigencia de su pensamiento y de su trayectoria moralmente ejemplar".

(*) Periodista, fundadora de la Red Nacional de Acción Ecologista del Perú (Renace Perú) y editora central de fin de semana y suplementos del diario El Comercio.

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